He pasado casi tanto tiempo en el tatami como frente a una junta de inversionistas. Desde la adrenalina de un sparring intenso, hasta la tensión de presentar un pitch de alto nivel, mi vida se ha movido entre dos mundos que, aunque parezcan distintos, comparten más de lo que imaginamos. El Brazilian Jiu-Jitsu (BJJ) me ha enseñado mucho más que defensa personal: ha sido una escuela de mentalidad, estrategia y resiliencia. Y esas lecciones, día tras día, las aplico como emprendedor y fundador de varias empresas de tecnología.
1. 🧠 Controla la mente, controla el juego
En el BJJ, el caos es parte del sistema. A veces estás aplastado bajo un oponente 20 kg más pesado, sin aire y con un brazo atrapado. Si entras en pánico, pierdes. Lo mismo pasa en el mundo de los negocios: hay semanas con flujos negativos, clientes exigentes, lanzamientos fallidos. Si dejas que la emoción gobierne, tomas malas decisiones.
Aprendizaje: Respira. Evalúa. Ejecuta. La claridad mental es más valiosa que la fuerza bruta.
2. 🎯 Técnica vence fuerza… y en los negocios, estrategia vence músculo
He visto a cinturones morados pequeños someter a cinturones azules corpulentos con técnica quirúrgica. En los negocios, no gana quien tiene más dinero o más empleados. Gana quien tiene mejor estrategia, timing y foco.
Aprendizaje: No necesitas ser grande para competir. Necesitas ser inteligente, rápido y adaptable.
3. 🔄 Aprende a perder… y aprende más rápido que los demás
Tapear no es fracaso. Es aprendizaje. Cada sumisión es una clase intensiva de lo que hiciste mal. En mis empresas he cometido errores dolorosos: lanzamientos precipitados, contrataciones fallidas, oportunidades desperdiciadas. Pero como en el dojo, lo importante no es perder… sino aprender más rápido que el resto.
Aprendizaje: Fracasar es parte del proceso. Lo que define a los grandes es la capacidad de levantarse mejorados.
4. 🤝 El ego no sobrevive en el tatami (ni en una startup)
Si llegas a un entrenamiento creyéndote invencible, es cuestión de tiempo para que alguien te recuerde que no lo eres. Y creanme que me pasó. M;uchas veces. En las startups pasa igual: pensar que lo sabes todo es el camino más corto al estancamiento. Escuchar, adaptarte, colaborar y dejar que otros brillen es clave.
Aprendizaje: El ego es el enemigo. La humildad, una ventaja estratégica.
5. ⏳ Paciencia estratégica y presión constante
El BJJ es conocido como “el ajedrez humano”. A veces esperas 5 minutos por una apertura de medio segundo. Lo mismo sucede al construir un producto, levantar capital o escalar un negocio. Saber cuándo presionar y cuándo esperar es parte del arte.
Aprendizaje: No se trata de moverse siempre rápido. Se trata de moverse cuando cuenta.
Cierre: El verdadero cinturón negro
Un en el dojo se dice una frase muy cierta: “Un cinturón negro es un cinturón blanco que nunca se rindió.” Lo mismo puedo decir de los emprendedores exitosos. No son los más brillantes, ni los más conectados. Son los que perseveraron, aprendieron, y se adaptaron con humildad y coraje.
Hoy, cada vez que me enfrento a un reto profesional, pienso como si estuviera en el tatami: respiro, me adapto, mantengo la calma… y ejecuto con intención.
Del dojo a la junta directiva, las lecciones están vivas. Y lo mejor de todo, es que no necesitas entrenar BJJ para adoptarlas —pero si lo haces, vas a descubrir un nuevo nivel de claridad y liderazgo.
Cheers!