20 Años de Intellekt: Lo Que He Aprendido y Por Qué Aún No Terminamos

brainy celebrando 20 años de intellekt

Han pasado más de 20 años desde que fundamos Intellekt. Veinte años de escribir código, soñar en grande, enfrentar tormentas, construir equipos, perder el piso, encontrarlo de nuevo y seguir caminando. Veinte años suenan como mucho —y lo son—, pero en esta industria, cada año se siente como cinco. Lo increíble es que aquí seguimos.

En los primeros años trabajamos muy de cerca con Microsoft México. Fueron tiempos intensos de evangelización tecnológica: impartimos cursos como MCT, desarrollamos pruebas de concepto, lanzamos gadgets, dimos conferencias, capacitaciones especializadas.

Gracias a ese esfuerzo, me convertí en Microsoft Certified Trainer, MCP y Microsoft MVP.

Además, tuve el privilegio de ser reconocido como Go To Trainer en tecnologías Microsoft, lo que me permitió entrenar a miles de personas en toda América Latina y más allá. Viajé por el mundo compartiendo conocimiento, representando a Microsoft y también a Intellekt en conferencias y entrenamientos corporativos.

Estuve en Inglaterra, España, Canadá, Estados Unidos (literalmente en casi todos los estados), Argentina, Perú, Colombia y Brasil. Fueron años de aeropuertos, pizarras digitales, salas de capacitación llenas y muchas historias que me marcaron para siempre. No solo por lo que enseñé, sino por lo que aprendí.

Gracias a ese trabajo, conocí a muchas personas brillantes que hoy siguen siendo colegas, amigos o incluso colaboradores. Construimos una red global sin haberlo planeado así —pero con la pasión de quienes creen que la tecnología puede transformar realidades.

Uno de los hitos que más atesoro fue haber ganado el premio al mejor desarrollador de gadgets para Windows Vista en Latinoamérica, un logro que me permitió algo que aún me cuesta creer: recibir el reconocimiento directamente de Bill Gates. Conocer a uno de tus referentes máximos, darte cuenta de que sí se puede llegar ahí, es algo que se queda contigo para siempre. Es como tocar el techo del mundo, solo para darte cuenta de que aún hay más cielo.

Pero no todo ha sido épico. Como cualquier empresa real, Intellekt ha tenido altos y bajos. Hemos visto surgir compañías que prometían mucho y no sobrevivieron. Hemos tenido grandes empleados y también algunos que, al irse, se llevaron clientes para fundar “su propia empresa” —y como era de esperarse, también tronaron. Algunos se han ido, otros han regresado.

Y de todos, incluso de los que fallaron, he aprendido algo. A cada uno le agradezco. Porque este camino no se camina solo, ni con certezas, ni sin cicatrices.

Hoy Intellekt está más fuerte que nunca. Con más clientes, más colaboradores, y sobre todo, con más ganas de seguir creciendo y evolucionando. Hace unos meses estuvimos cerca de vender la empresa. Hubo interés, hubo propuestas, hubo negociaciones… pero no se concretó. Y ahora que lo pienso, qué bueno que no pasó. T

odo llega cuando tiene que llegar. A veces, lo que parece una oportunidad es solo una pausa necesaria para volver a enfocarte.

Así que este post es para dar gracias. A quienes confiaron, a quienes traicionaron, a quienes ayudaron, y a quienes sin saberlo me enseñaron lo que no se debe hacer. Gracias a los clientes que siguen con nosotros después de años. Gracias a los que apostaron en nosotros cuando éramos solo una idea con logo.

Gracias al equipo actual, que es el más sólido que hemos tenido.

¿Hasta dónde queremos llegar? No lo sé.
¿Queremos llegar? A huevo que sí.

Seguimos escribiendo esta historia. Y lo mejor de todo es que aún no termina.

Cheers!

Recent Comments

No comments to show.