Loyalty & Friendship

«La lealtad es la virtud que ayuda a la persona a aceptar los vínculos implícitos en la adhesión al amigo, de tal modo que refuerza y protege, a lo largo del tiempo, el conjunto de valores que representa esta relación. La generosidad facilita al amigo actuar a favor del otro teniendo en cuenta lo que le es útil y necesario para su mejora personal. El pudor controlará la entrega de aspectos de su intimidad. La comprensión le ayudará a reconocer los distintos factores que influyen en su situación, en su estado de ánimo, etc.. La confianza y el respeto lleva al amigo a mostrar su interés en el otro y que cree en él y en sus posibilidades de mejorar continuamente.»

Podemos decir que los buenos amigos luchan por superarse en sus virtudes exigiéndole también al otro comprensión y ejemplo. Hoy en día se le dedica poco tiempo a los amigos y esto no es lógico ni humano.

«La amistad es un amor recíproco que realiza la unión de dos voluntades, y por ello la de los sujetos. En el orden humano, cada uno de los amigos considera al otro como a sí mismo, quiere el bien del otro como el suyo, siente las alegrías y las penas del otro como las suyas, busca por último la presencia del otro porque es una alegría igual para ambos.»

En el amor de amistad, el amante se ordena al amado como a sí mismo y se supone una cierta comunión de vida, unidad de pensamiento, de sentimiento y de voluntad (esto no quita que se puedan tener amigos con criterios distintos a los de uno). Esto es lo propio y formal del amor: la unión afectiva del amante con el amado. Me resulta interesante el modo de definir a los componentes de una amistad que utiliza Cruz Cruz, amante y amado, uno que ama y otro que es amado.

La tendencia del amante hacia el amado se orienta hacia lo que le es semejante. El amor es entre semejantes. Uno ama aquello que le es semejante. Un modo de semejanza es cuando los semejantes poseen lo mismo en acto. Este modo de semejanza produce un amor perfecto. «…Puesto que por lo mismo que dos seres son semejantes, al tener en cierto modo una sola forma, son como uno solo en aquella forma, a la manera que dos hombres son uno en la especie de la humanidad, (…) y por esto el afecto del amante se dirige hacia el amado como a sí mismo, pues cada uno – por su identidad ontológica o semejanza sustancial consigo mismo – se ama a sí mismo con amor natural perfecto, que es amor íntimo.

Un buen ejemplo de esto lo da San Agustín al hablar de la muerte de su amigo íntimo al decir que era «la mitad de su alma»; «porque yo sentí que mi alma y la suya no eran más que una en dos cuerpos, y por eso me causaba horror la vida, porque no quería vivir a medias, y al mismo tiempo temía mucho morir, porque no muriese del todo aquél a quien había amado tanto.»

Todos debemos tener (y si no, deberíamos tener) experiencia de amistad, así que creo que todo esto sólo define de una manera más fina el concepto de amistad.

— Jorge Antonini

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